La FAO (2017), informa ascensos poblacionales superiores a 10 billones para el 2050, que implicarán una alta demanda de la producción agrícola con fuerte presión sobre los recursos naturales, que atentan la seguridad alimentaria. El IPCC (2014), señala que países en bajas latitudes mantendrán una producción de cultivos ‘‘sistemática y negativamente afectada por el cambio climático, mientras en las latitudes septentrionales, la producción será más incierta, y dependiente de consecuencias positivas o negativas’’. Comentan que la biodiversidad estará moderadamente afectada por el calentamiento global y dan evidencias de que algunas especies de variedades que actualmente son cultivadas en una zona determinada pueden no presentar una respuesta suficientemente rápida ante los cambios a que son expuestos, las diferentes especies reaccionarán indistintamente y las interacciones complejas entre ellas serán interrumpidas potencialmente con daños a los servicios ecosistémicos (Porter et al., 2014). Estos argumentos inducen la necesidad de profundizar en el estudio del cambio climático, además de sus impactos en la agricultura, que obligan la puntualización del establecimiento de medidas de mitigación y adaptación que aporten sostenibilidad a los sistemas agrícolas. Por ello la importancia de este curso dirigido a profesionales y técnicos del Sector Agrícola en general, agrónomos, agro-meteorólogos, pecuarios, biólogos, otros.